Actividad para los más pequeños 2 y medio a 4 años, pero que a los grandes también les gustará y servirá.
Con el cuento de Ricitos de Oro trabajamos el área de matemáticas conceptos de pequeño, mediano, grande, y el concepto valor de los números 1,2 y 3
En el área de la competencia lingüística aprendemos vocabulario sobre la familia, y los útiles que usamos en la vida cotidiana.
También trabajamos en el contenido sobre el conocimiento de sí mismo, al dialogar de los sentimientos del osito a través de la historia
¿Os acordáis de quiénes son?
Sí
Son los tres Ositos que vivían en una casita en el bosque.
¿Sabrías decirme cuántos árboles había alrededor de la casita de los tres ositos?
Ricitos de Oro era una niña muy curiosa, que curioseando por el bosque se había perdido, y vio una casita, pensó "qué bonita es" y se acerco para mirar la casita mejor.
Estoy segura que muchos de vosotros hubiese hecho lo mismo. ¿A qué sí?
Y vio en la alacena tres platitos, uno grande, otro mediano y uno pequeñito, y pensó que allí debía vivir tres seres uno grande, otro mediano, y otro pequeñito.
Con el cuento de Ricitos de Oro trabajamos el área de matemáticas conceptos de pequeño, mediano, grande, y el concepto valor de los números 1,2 y 3
En el área de la competencia lingüística aprendemos vocabulario sobre la familia, y los útiles que usamos en la vida cotidiana.
También trabajamos en el contenido sobre el conocimiento de sí mismo, al dialogar de los sentimientos del osito a través de la historia
¿Os acordáis de quiénes son?
Sí
Son los tres Ositos que vivían en una casita en el bosque.
¿Sabrías decirme cuántos árboles había alrededor de la casita de los tres ositos?
A mamá osa, a papá oso y a osito les gustaba cantar, ¿os acordáis de la canción que cantaba osito? !qué bien cantaba osito!
(Les pedimos a los niños que nos canten si recuerdan la canción que cantaba osito en la publicación primer de esta historia aquí en el blog, pero si no se acuerdan no pasa nada pueden cantar otra la que a ellos les guste. Después que los niños canten también los felicitamos)
Hasta aquí ha sido un repaso de la actividad anterior.
Estoy segura que muchos de vosotros hubiese hecho lo mismo. ¿A qué sí?
Miro por la ventana, y le gustó mucho lo que veía. Así que como vio la puerta abierta entró con cuidadito
Miró a la mesa que estaba puesta y vio que había tres platitos, tres cucharitas, !um! qué hambre le entro a Ricítos de Oro
Probo del plato grande pero estaba muy caliente y no le gustó
Probo del plato mediano pero estaba frío y no le gustó
Probo del plato pequeño y estaba riquísima y toda la se la comió
Ricitos de Oro estaba muy cansada y vio una gran silla y en ella se sentó, pero no era nada cómoda
Así que probó la silla que estaba al lado, era mediana pero no era cómoda tampoco, y ¡que tenía cojines !
Estaba muy cansadita y montó las escaleras para ver si podía encontrar otra silla donde descansar y encontró
tres camitas, una era muy grande y no era nada confortable, la mediana no se ajustaba a la talla de Ricitos de Oro, pero la pequeña era perfecta y se quedó dormidita y muy calentita.
¡Qué desastre! cuando los osos regresaron del paseo, papá Oso gritaba con su gran voz: -Alguien ha probado mi sopa
y mamá osa gritaba con su mediana voz: - Alguien ha probado mi sopa también
Y osito lloraba: -¡Alguien se ha comido toda mi sopita!
Cuando vieron las sillas:
Papá Oso gritaba con su gran voz: -Alguien se ha sentado en mi silla
Mamá Osa gritaba con su gran voz: -Alguien se ha sentado en mi silla
Osito lloraba y decía sollozando y bajito con su pequeña vos: Alguien ha roto mi sillita
Fueron a la alcoba y
Papá Oso dijo con su gran voz: Alguien se ha recostado en mi cama
Mamá Osa dijo con su mediana voz: Alguien se ha recostado en mi cama
Osito sollozaba y con su pequeña voz decía: hay una niña en mi cama...
Y al pronto Ricitos con tanto ruido se despertó, se asustó y salió corriendo escaleras abajo, saliendo por la ventana se marchó...
Pobre Osito pensaréis, pero no
porque cuando Ricitos de Oro encontró a sus padres que la estaban buscando contó lo sucedido y el papá de Ricitos de Oro fue a la casita a arreglar la sillita de Osito, y la mamá de Ricitos de Oro preparó una sopa deliciosa, y así pudieron comer todos juntos y ser amigos para siempre. Por cierto que el Papá de Ricitos de Oro hacía una tarta con miel riquísima que a la familia de los Ositos les encantó.
(Adaptación del cuento J.Tenorio)
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